Mediación VS Conciliación: ¿Iguales o distintas?
No paro de oír siempre la misma Canción “He venido a conciliación para alcanzar un acuerdo” o mejor aún “¡Para qué vamos a ir a mediación si nosotros ya conciliamos muy bien!”. Esta última se la atribuyo a algún abogado que me he encontrado en varias ocasiones y que demuestra cierta ignorancia con este comentario.
Empezaremos, primero, con el concepto moderno de mediación y de conciliación. Mediación es un método de resolución de conflictos en el que dos o más partes implicadas buscan alcanzar un acuerdo con ayuda de un tercero imparcial llamado mediador. En este caso, son las partes las que buscan la solución y el mediador se centra en rebajar la tensión y ayudar a generar opciones, pero no da nunca la respuesta al conflicto, sino que son los mediados quienes deciden qué hacer.
Por su parte, la conciliación es un método en el que las partes intentan alcanzar una solución con la ayuda de un tercero imparcial llamado conciliador. En este caso, ese tercero imparcial propone soluciones que las partes pueden aceptar o no.
La diferencia entre un método u otro es fundamental pues la función principal del tercero imparcial varía, afectando pues alas consecuencias y el desarrollo del proceso.
De entrada, un acuerdo alcanzado en mediación tiene más posibilidades de cumplirse que uno ofrecido en conciliación. ¿Por qué? Pues muy sencillo. El acuerdo en mediación ha sido creado por las partes en función de sus circunstancias, intereses y posibilidades. Son ellas las que mejor conocen su situación y por tanto sabrán qué solución es la mejor. El mediador “sólo” les ayudará a encontrar esa solución, pero nunca se la dará porque no conoce la situación de los mediados ni cómo han vivido el conflicto. Además, nadie firma un acuerdo que ha redactado sin estar conforme con ello, por lo que, cuando lo firma es porque está de acuerdo con lo que se recoge en el pacto.
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